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Hay que entender el juego, saber jugarlo y no quedar atrapado

Updated: Jun 14, 2023

Pensar que el mundo se mueve sin sesgos es ignorar la misma naturaleza humana. Sin embargo, creer que se puede cambiarlo no es del todo ingenuo. El problema es que para cambiarlo se necesita una posición de poder y para llegar a ella hay que saber jugar el juego.

Es imposible ignorar que la mayor parte del mundo es movido por egos. No porque necesariamente creemos que es el mejor sistema, pero porque crecimos en él: primer lugar de la clase, primer lugar en atletismo, etc... Estamos acostumbrados a competir para alimentar el ego.

El "plot twist" está en que el camino opuesto no necesariamente elimina el ego. El resentimiento es un reflejo de algo que me recrimino yo mismo, algo que muy en el fondo se que dejé de hacer; por ejemplo jugar el juego correctamente. Por otro lado, la persona que busca la "justicia" y habla desde una posición de apoyo al grupo y objetividad radical, también lo hace desde su ego, el problema es que muchas veces desde esa posición somos menos conscientes y lo invisibilizamos.

El ser humano necesitará siempre pertenencia, reconocimiento y ser vistos. Son necesidades que están ahí desde el momento que nacemos. Negar la existencia del ego solo puede hacerlo más peligroso porque se puede disfrazar para entrar a la fiesta desapercibido. De manera tal que tanto el que juega buscando su propio beneficio como el que juega buscando el beneficio colectivo; quiere ser reconocido por su estilo y ahí es donde está la trampa: el ego se puede disfrazar también con los vestidos del tipo bueno, el que está por encima de la política, el que está más por el equipo que por el mismo, el espiritual que levita sobre el organigrama corporativo.

De ambos extremos quizás vamos a estar de acuerdo en que preferimos el segundo, pero en realidad, ambos son de cuidado si no somos conscientes de cuando fueron consumidos por el juego... por el EGO sin consciencia.

Podemos o no estar de acuerdos en las reglas del juego, pero creer que no lo jugamos solo nos pone una venda en los ojos mientras seguimos jugando salvo que optemos por dejar de ser parte del sistema social. Cuando nos beneficia; el EGO se viste de gala. Cuando nos perjudica, el EGO se viste de paladín. El Ego no debe satanizarse ni eliminarse, es algo muy humano y nos va a acompañar siempre. Debemos más bien invitarlo conscientemente a la fiesta para siempre tenerlo a la vista, observarlo y no dejar que olvidemos que al final lo que perdimos o ganamos fue solamente un juego. Ignorar que siempre va a estar ahí solo nos pone en desventaja porque aunque el ego se vista de seda, ego se queda.


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